sábado, 27 de junio de 2009

LA TIERRA: una célula madre

LA TIERRA: Células madre

Apoc. 7-9.- Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de
todas las tribus de los hijos de Israel…….Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos….

Nuestro planeta se puede considerar como una pequeña célula del Universo. Al tiempo de ser creada, se estableció como “células madres” ciento cuarenta y cuatro mil espíritus, que desde entonces no han sido modificados, como en el libro sagrado se cita, serían. “la sal y levadura” de esta macro-molécula.

Pero nuestro planeta ha sido visitado y colonizado por entidades espaciales, que han sembrado aquí sus genes, sus humanidades. A través de miles de años, estas primeras humanidades, han sido mejoradas y modificadas, incluso unidas en experimentos genéticos. Pero los ciento cuarenta y cuatro mil seres autóctonos de la Tierra, no pueden ser modificados.

Antes de iniciar este relato quiero partir de la base, equivocada o no, de que la Tierra (nuestro planeta), es un ser vivo, consciente y auto-regulador de igual o mayor categoría que el ser humano.

Muchas veces me he preguntado:

¿Por qué la Tierra se maltrata a si misma de esa manera?,
¿Por qué tiene zonas en donde el agua inunda y anega especies y plantas, cuando existen otros lugares donde un sol abrasador agrieta y destruye toda esperanza de vida?
¿Cómo nuestro sabio planeta, no es capaz de regular los cinco elementos para volver a darnos un paraíso donde vivir?

Sé muy bien, que Era (La Tierra), es la que manda. Ella domina todo ser viviente encima y debajo de su corteza terrestre. Sólo tiene un jefe, nuestro Sol. Es al único que le rinde cuentas, al único que se somete, al único que obedece.

Tras la meditación de ayer, llegué a la conclusión de que nuestro planeta tiene nuestra misma vibración, y por consiguiente nuestros mismos instintos y evolución. Al igual que nosotros fumamos acortándonos la vida, ella forma huracanes y tifones acortando también la suya.
Encontré un buen momento anoche a última hora de la tarde para relajarme y observar las estrellas. Pero en vez de observar el Universo, una voz desde el interior de nuestro planeta se hacía oír con insistencia:

- ¡ Pronto volverás a la tierra pues de ella procedes!- oía una y otra vez.
Ríos de lava se dibujaban en mi mente, envolviendo y consumiendo todo aquello por donde pasaban.
- Siiii – Continuó diciendo la voz- Siii……
Junto con la erupción volcánica, el océano arrasaba y sepultaba indiscriminadamente, costas y aldeas.
Miles de personas, morían en cataclismos provocados por la madre naturaleza.
- ¡ Era!, ¡Era!, déjate ver- Gritaba intentando despertarme de una meditación que nunca debiera haber iniciado.
Ante mis ojos, medio entreabiertos, apareció un ser bellísimo. Una mujer morena con el pelo largo, grandísimos ojos verdes con pupilas azules, de piel blanca y suave, vestida con una túnica blanca, sin adornos ni atuendos desprendiendo un aire de singularidad y majestuosidad.
-Tú eres una de mis células madre, como tú hay millones de seres vivos en mi manto terrestre. Sois la prolongación de mi ser, lo mismo que tu pelo, tus uñas y tus pestañas son la prolongación del tuyo- Empezó a hablar Era:
- Me queda poco de vida, cuando me muera, todas mis células morirán conmigo. Al igual que tú, yo estoy sometida a cambios magnéticos que vienen del cosmos, la luna cada vez se aleja más y más descontrolando así mi inclinación gravitacional y por si fuera poco un gran campo magnético procedente del centro de la galaxia, impactará sobre mi aumentando todavía más rápido mi temperatura planetaria.
Visitantes de otros planetas, siguen haciendo experimentos con mis células madres (por si el lector no se ha situado, las células madres somos gran parte de los humanos, al igual que de animales y plantas) para mejorar las especies y razas. Sólo ellos, los que tienen genética de otras galaxias se salvarán. Vosotros sucumbiréis todos con migo, pues todos somos uno y juntos nos transformaremos.
- ¡Qué agradable la conversación , Era!- le recriminé- No sólo me dice que me va a matar sino que además yo no soy un elegido de los dioses para su experimento genético. Yo siempre me he imaginado que tenía polvo de estrellas corriendo por mis venas, no sólo hematíes y linfocitos. Por lo visto tengo agua marina y lava inundando mis arterias.
- Cuando veas que accidentes o muertes en masa se repiten en un breve espacio de tiempo, es que se acerca pronto el final- Continuó Era diciendo-
- No es por ser pesimista, pero últimamente no paramos de tener accidentes en masa, día sí y otro también se cae un avión. Sin contar con la aparición de la pandemia del siglo XXI de la gripe porcina que en pleno verano ya se ha llevado a unos cuantos por delante, veremos en invierno, que es cuando este virus coge toda su fuerza y virulencia.
- Todas mis células madre, sois vírgenes y naturales. No tenéis la genética mejorada y modificada por los dioses , para reconoceros sólo os tenéis que comparar con vuestros semejantes.
Pues sabes que lo estas arreglando- Le dije a Era- No sólo me amenazas con la muerte sino que además me llamas milindres. Lo cierto es que encima tenía razón, en mi mente aparecieron imágenes comparativas de cómo mis hermanos aún teniendo los mismos padres eran más altos, lozanos y fuertes que yo, pero por si fuera poco, amigos con los cuales me identifico, les pasaba lo mismo, el que no cojea, no ve, o no oye, o no escucha, que para el caso es lo mismo. Son a estos desafortunados, los que entidades superiores (extraterrestres), introducen un chip de seguimiento (al igual que hacemos nosotros con las mascotas), para que cuando el Banco Universal de Células Madre esté agotado, los localicen y cojan unas cuantas muestras de esas valiosas células para continuar con experimentos de mejora genética en nuestra especie. (No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios)

- Pero no todo es malo. Cuando todos nos transformemos y abandonemos esta existencia pasaremos a una mejor reencarnación. Todos juntos empezaremos un nuevo ciclo en un sistema solar binario. De dos soles, como por fin nos merecemos- Terminó de decir Era.

No si al final le he de dar la razón y las gracias, por mostrarme el camino de la verdad, pues como dice no se quién : “La verdad os hará libres”.
Cierto es que con un solo Sol es imposible evolucionar, cualquier sistema solar que se precie necesita al menos de dos soles donde el día tenga luz y la noche resplandor.
Se muy bien la labor de mis hermanos extraterrestres para mejorar la especie. Han invertido mucho tiempo en desarrollar y mejorar nuestra raza (humanos) por lo que si viene una extinción masiva es lógico que se lleven a algún que otro especimen para continuar con su evolución en otro sistema solar, eso sí, Unitario (De un solo Sol). Salvan sus cuerpos pero sus espíritus siguen su evolución natural.
Mi cuerpo será carnal, terrenal y material, pero mi espíritu siente, añora y recuerda, que una vez, quizás hace millones de años, conviví y existí en un sistema solar, donde la oscuridad no tenía cabida y la luz no cegaba mis ojos. Probablemente fuera este sistema, y este planeta, en la época en que la biblia lo recoge como el “paraíso”. Una teoría puede ser que en su formación (explosión) nuestro Sol lanzó partes incandescentes de sí mismo, formándose así los planetas. Cuando estos se enfriaron, algún planeta tardaría más que los demás en apagarse por su gran masa (Jupiter) e iluminaría nuestro sistema solar comportándose como otro Sol hasta su enfriamiento. Sería entonces donde civilizaciones llamadas Atlantes o Lémures conseguirían todo su esplendor.
Heliocentro

No hay comentarios: